Meditación
Existe una acción sencilla, pero difícil de mantener, que podemos seguir para que nos vaya bien en todo lo que hagamos. Consiste en leer la Palabra de Dios, con la intención firme y determinada de obedecer todo lo que leamos.
Si hacemos esto, todas las cosas nos van a salir bien. Suena fácil, pero en medio del ajetreo diario lo podemos olvidar o simplemente dejar de hacer, pero la disciplina que Dios nos da será una aliada imprescindible para aún así lograrlo.
La Palabra de Dios
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Josué 1.8
¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. Salmos 119.97