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Dejando el pecado atrás

Meditación

Si usted es un ser humano igual que todos los demás, se habrá dado cuenta de que nuestra carne es débil y nos lleva a hacer lo que está mal. Es como si entre más deseáramos dejar un pecado, más propensos somos a caer en aquello. 

Resulta que a nuestra carne le gusta pecar, de hecho desde que Adán y Eva pecaron, este cuerpo que usted y yo tenemos quedó viciado y somos propensos a hacer lo que está mal.

Entonces ¿Cuál es la solución? ¿Seguiremos pecando porque no queda otra opción? ¡Bajo ninguna circunstancia! La solución está en confiar en Cristo cada vez que somos tentados, y clamar en oración a Él para que nos dé el poder necesario. 

Debemos darle la gloria a Él, y saber que el mismo Espíritu que levantó de los muertos a Jesús, también nos dará la fuerza para no pecar. El punto es que nuestra confianza debe estar totalmente en Jesucristo, pues es Él y no nosotros los que tenemos el poder para vivir diferente.


Para Meditar

¿Has creído en Jesús de todo corazón pidiendole perdón por tus errores y pecados, y le has entregado tu vida? En caso afirmativo, ¿intentas superar los pecados por tus fuerzas, o confias por completo en Dios para que Él te dé su poder?


La Palabra de Dios

Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. Romanos 8.11





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