Meditación
La sociedad en que vivimos le presta atención a aquellas personas famosas o exitosas que parecen ser súper poderosas y obtienen lo que se proponen. Existe un deseo generalizado por alcanzar muchas metas y objetivos, para sentirnos extremadamente capaces, o incluso para satisfacer nuestra autoestima y mejorar cómo nos perciben los demás.
Pero a Dios no le impresionan nuestros logros o lo que podamos hacer por nuestra agilidad o inteligencia. Por lo contrario, Él se complace en un corazón humilde que reconoce su debilidad, su impotencia. Para ponerlo en perspectiva, si lográsemos todo en la vida, aún seríamos transgresores de la Ley. Su Palabra dice "Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos" (Santiago 2:10). Por tanto, ¿qué podemos hacer para impresionar a Dios?
Por tanto, reconozcamos que Dios es misericordioso con nosotros, confiemos y esperemos en Él, a diario. En esto se complace nuestro Creador.
Antes, cuando yo tenía una situación desafiante por delante, me proponía hacerlo lo mejor posible para impresionar a los demás. Han pasado algunos, ahora en mi mente le pido a Dios fuerzas para contrarrestar mis debilidades y espero en Él.
Para Meditar
¿Qué tipo de pensamientos pasan por tu mente cuando afrontas los momentos difíciles en un día o semana?
La Palabra de Dios
No se deleita en la fuerza del caballo, Ni se complace en la agilidad del hombre. Se complace Jehová en los que le temen, Y en los que esperan en su misericordia. Salmos 147:10-11
Yo Jehová; éste es mi nombre; y a otro no daré mi gloria. Isaías 42:8a
He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá. Habacuc 2:4