Meditación
Dios nunca utilizará su Palabra o mandamientos para llevarnos a pecar. Tampoco podremos justificar nuestro pecado en decir o pensar que lo hacemos para obedecer a Dios en un área.
Samuel era un profeta de Dios. A través de él, Dios dio órdenes a Saúl, primer rey de Israel, para que castigara a un pueblo (Amalec) y destruyera todas sus posesiones, por causa de su maltrato pasado a Israel. El rey cumplió el mandamiento a medias, pues castigó a Amalec, sin embargo, decidió dejarse partes de sus bienes incluyendo ovejas y vacas. Cuando Samuel confrontó al rey, éste se justificó con decir que deseaba ofrecer los animales en sacrificio a Dios. La respuesta de Dios por el profeta fue "Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros."
Esto nos lleva a meditar: ¿Estamos justificando pecados con decir que realmente lo hacemos para obedecer a Dios? Por ejemplo:
- ¿Evitamos pagar impuestos y decimos que es para poder ofrendar en la iglesia?
- ¿Le gritamos a alguien con ira, pero pensamos que está bien para que aprenda cómo debe tratar a un hijo de Dios?
- ¿Robamos a alguien, pero decimos que es por una buena causa?
- ¿Expresamos una mentira "blanca" o "pequeña", y creemos que está bien para no ocasionar mayores contiendas?
Hoy entendimos que Dios no está de acuerdo con una desobediencia, sin importar si la justificamos en que "estamos buscando un bien". Pues Él es recto e íntegro, y valora más nuestra obediencia de lo que solemos pensar.
La Palabra de Dios
Samuel entonces dijo: ¿Pues qué balido de ovejas y bramido de vacas es este que yo oigo con mis oídos? Y Saúl respondió: De Amalec los han traído; porque el pueblo perdonó lo mejor de las ovejas y de las vacas, para sacrificarlas a Jehová tu Dios, pero lo demás lo destruimos. 1 Samuel 15:14-15
Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. 1 Samuel 15:22