Meditación
Si Dios nos ha hablado claramente acerca de un aspecto que debemos entregarle, necesitamos obedecerle hoy, no un día en el futuro, no mañana. Él desea evitarnos una tristeza, o bien, otorgarnos una bendición al escoger un buen camino.
Si nunca le has pedido perdón a Dios por ser un pecador (ya que todos hemos pecado) y confesado que solamente por Jesucristo puedes entrar al cielo, es posible que no hayas nacido de nuevo. En ese caso, Hoy es el día para entregarle tu vida a Jesús. No podemos tener certeza de que mañana tendremos vida. Tampoco conocemos si los quehaceres y proyectos del mañana te harán olvidarte de Dios. Así que si Dios se acercó a tu vida hoy, es la oportunidad perfecta de escucharle y abrirle las puertas de tu corazón.
Si con seguridad ya naciste de nuevo y un día le testificas a una persona que desea posponer su decisión de entrega a Cristo, recuérdale con amor que hoy es el día para hacerlo, no hay necesidad de posponer esta salvación ni la ocasión de reconciliarse con Dios.
Para Meditar
En caso de tener algo pendiente para entregar a Dios, ¿puedo realmente asegurar que mañana tendré el deseo y la entrega para hacer lo que Él me ha pedido?
¿Qué consecuencias habrían si mañana mi corazón se endureciera y yo continuara viviendo en la misma dirección?
La Palabra de Dios
Si oyeres hoy su voz, No endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba. Salmos 95:7b-8
Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación. 2 Corintios 6:2