Meditación
Hace diez años, viviendo como creyente, tenía bastantes inseguridades que me seguían desde mi niñez y adolescencia. Meditaba acerca de por qué Dios no se las había llevado. Una razón obvia era que necesitaba meditar sobre el amor de Dios y cuan valioso era yo para Él. Sin embargo, había una razón igualmente profunda, la cual impedía que mi seguridad y confianza aumentasen.
Finalmente, Dios me llevó a entender que mi vida no era suficientemente íntegra. La integridad quiere decir ser de una sola pieza, en otras palabras, que no nos fragmentamos según las circunstancias. De acuerdo con la Biblia, un beneficio de la integridad es que nos lleva a vivir en confianza y seguridad. Y podría sonar lógico, porque como dice la expresión "quien nada debe, nada teme". Pero la integridad va más allá.
Normalmente nos preocupa que la gente no conozca nuestros pecados, para mantener una apariencia. Sin embargo, la verdadera confianza y seguridad tiene como raíz el ser íntegros con Dios y el prójimo, aún cuando nadie nos ve. Es decir, que no exista algún área que Él nos haya pedido claramente y no le hayamos entregado. Asimismo, que la manera como nos mostramos frente a los demás, refleje lo que somos en realidad, sin apariencias ni engaños. Todo esto es integridad.
Cuando entendí esto, examiné mi vida y le pedí a Dios que me diera integridad. Con el pasar del tiempo, Él claramente respondió y me fue dando el poder para ser más íntegro. He observado que conforme más recta es mi vida con Dios, Él incrementa mi confianza y seguridad, a pesar de lo vivido en mi niñez y adolescencia.
Para Meditar
¿Hay alguna oportunidad en mi vida para ser más integro (a)?
La Palabra de Dios
El que camina en integridad anda confiado; Mas el que pervierte sus caminos será quebrantado. Proverbios 10:9
En el temor de Jehová está la fuerte confianza; Y esperanza tendrán sus hijos. Proverbios 14:26
Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; Guarda la ley y el consejo, Y serán vida a tu alma, Y gracia a tu cuello. Entonces andarás por tu camino confiadamente, Y tu pie no tropezará. Cuando te acuestes, no tendrás temor, Sino que te acostarás, y tu sueño será grato. No tendrás temor de pavor repentino, Ni de la ruina de los impíos cuando viniere, Porque Jehová será tu confianza, Y él preservará tu pie de quedar preso. Proverbios 3:21-26.