Meditación
Algunas veces caemos en inseguridades porque no entendemos nuestro valor como individuos. Ya sea que desde niños vivimos algún trauma, el cual tuvo un impacto negativo en nuestra autoestima. O bien, a través de la vida nos encontramos con obstáculos que nos superaron y posiblemente algunos fracasos, los cuales nos hacen preguntarnos ¿será que hay algún problema conmigo? Finalmente, existen personas que se creen más importantes que los demás, expertas en tener un impacto negativo en el autoconcepto de quienes los rodean. Ellos mismos se encuentran heridos por lo que hieren a los demás, y pudieron afectar nuestro concepto personal si convivimos por suficiente tiempo.
Por lo anterior, es necesario que entendamos y creamos en cuánto Dios nos valora como su creación. Si no fuéramos tan valiosos, tan importantes, entonces no habría tenido sentido que Él mismo diera su vida por nosotros.
Pensemos por un momento en alguna mascota que hayamos tenido. Puede ser que la quisiéramos (o queramos) mucho, pero en una situación apremiante, posiblemente nadie daría su vida para salvarla. Y en el fondo sabemos que valemos mucho más que una mascota. Sin embargo, aunque Dios es el Rey del Universo, Él sí quiso salvarnos y lo hizo, aunque el sacrificado fuera Él.
La razón por la que nuestro Salvador dio su vida por ti y por mí, es que realmente valemos de manera excepcional para Él. Por lo tanto, no tiene importancia qué piensen los demás acerca de nuestro valor, únicamente debe interesar lo que nuestro Creador sabe, y Él claramente nos valora.
Para Meditar
¿Cuánto es el amor de Dios por nosotros, que Él dio su propia vida para salvarnos?
La Palabra de Dios
Y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Gálatas 2:20b