El descanso es beneficioso y fomentado por Dios. Podemos llenar nuestras vidas con ocupaciones a través del trabajo y el servicio a Dios, pensando que siempre es bueno porque velamos por el sustento y las necesidades del hogar, o creyendo que todo lo que hacemos lo estamos haciendo para el Señor, siguiendo Su voluntad.
Incluso durante
las vacaciones, a menudo llenamos nuestras agendas con tantas actividades y
excursiones que, al regresar a casa, necesitamos unas vacaciones adicionales
para descansar de todo lo que hemos hecho.
Sin embargo,
observamos el corazón de Dios cuando dio a Israel el mandamiento de descansar
un día completo a la semana, llamado el día del reposo.
Científicamente
se ha comprobado que las personas que no duermen tienen un mayor riesgo de
contraer enfermedades graves y crónicas. También es más difícil para el cuerpo
humano recuperarse de casi cualquier afección, como una simple gripe, cuando no
se tiene suficiente descanso.
Actualmente me
encuentro de vacaciones y me alegra que mi esposa y yo hayamos llegado a un
entendimiento sobre el tiempo de descanso. Aunque nos gusta incluir diferentes
actividades y excursiones, también buscamos tener suficiente tiempo para
descansar y dormir. No siempre fue así; al principio de nuestro matrimonio,
durante las vacaciones creábamos una agenda tan apretada que terminábamos
cansados y de mal humor. En cierto sentido, no se sentía como unas vacaciones.
Sin embargo, hemos aprendido a valorar el descanso.
Para Meditar
¿Estamos dedicando suficiente tiempo para descansar y recuperar las fuerzas?
La Palabra de Dios
Seis días se trabajará, mas el día séptimo os será santo, día de reposo para Jehová; cualquiera que en él hiciere trabajo alguno, morirá. Éxodo 35:2