En el mundo se desperdicia una gran cantidad de alimentos, de hecho, más de mil millones de toneladas cada año. Esto equivale a aproximadamente un 17% de toda la producción de comida.
Algunos cristianos podrían pensar que esto no tiene mucha importancia, ya que Dios igualmente provee de sus necesidades a quienes Él ama. Sin embargo, esto no refleja la manera de pensar de Jesús. De hecho, después de multiplicar los panes y los peces, Él dijo a sus discipulos:«Ahora junten lo que sobró, para que no se desperdicie nada» Juan 6:12
Tal parece que el corazón de Dios es aprovechar la alimentación para todos aquellos que lo necesiten. En el mundo hay suficiente comida para todos, por lo tanto si los seres humanos nos interesáramos por distribuirla correctamente, millones de personas no padecerían hambre. Pero hemos creado un sistema egoísta donde sí, hay libertad económica y muchas oportunidades para salir adelante, pero también poca solidaridad con aquellos que por una u otra razón ni siquiera reciben lo básico.
Esto me hace pensar que todos nosotros tenemos la oportunidad de hacer algo, para que la comida sea mejor aprovechada por aquellas personas con necesidad. A continuación algunas ideas para contribuir:
- Planificar mejor lo que compramos semanal o quincenalmente, de manera que utilicemos lo que compramos
- Si parte de los alimentos en la nevera se echarán a perder, unos días antes planear para regalarlos a personas en necesidad (algún vecino, o cualquiera que lo agradecería)
- Si somos dueños de un negocio (como un restaurante, un supermercado o un hotel), tenemos una oportunidad enorme para regalar la comida que sobra antes que se ponga mala. En la ciudad hay decenas de indigentes y personas sin empleo que lo necesitan
- Si algún familiar o amigo desperdician comida pero tienen un corazón dispuesto a obedecer a Dios, enseñémosle lo que Jesús dijo a sus seguidores
Seamos parte de la solución y no del problema, mostrando misericordia con aquellas personas que lo necesitan, ya que Dios ve todas nuestras acciones y Él nos recompensará.