Biblical Meditation

La Palabra de Dios Riquezas, honra y vida Son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová. Proverbios 22.4 Meditación Decidir hacer esta meditación fue complicado, porque no quisiera llevar a pensar que servimos a Dios solamente para recibir algo a cambio, o que a todos los creyentes necesariamente Dios les dará riquezas, honra y vida. Sin embargo, la Palabra de Dios está escrita por una razón, y explicada correctamente debería sernos útil. Primero debo aclarar que todos los que creimos en Jesucristo deberíamos vivir para Dios, obedeciéndole y honrándole, primeramente por agradecimiento y alabanza a Él. Pues ¿qué mayor beneficio podríamos recibir que la vida eterna y el perdón de nuestros pecados? Así que, esta es y será la principal razón para obedecerle.  Además, es necesario conocer que muchos creyentes no recibirán honra, riquezas y vida. Primeramente porque Dios es soberano y Él puede hacer lo que desee con nosotros. Segundo, el versículo no dice que quienes crean en ...

En mis primeros años como seguidor de Jesucristo, recuerdo la terrible culpa que venía a mi corazón cada vez que sabía lo que debía hacer (pues claramente Dios me había pedido entregarle un pecado) y no lo hacía. Era un sentimiento de que Dios se había apartado de mí, como algo que me aseguraba que a partir de ahora no me iba a ir tan bien en lo que hiciera. Conforme fui madurando, me di cuenta de que jamás querría perder la paz (además un fruto del Espíritu) que traía la obediencia a Dios en lo que me había dicho previamente. Y es que no es lo mismo pecar por ignorancia o debilidad, que abiertamente rebelarse a Dios, simplemente porque deseamos hacerlo, o la carne lo pide. Sí, la Biblia aclara que cualquier pecado nos aleja de Dios, pero en el Antiguo Testamento el castigo para quienes pecaban por rebeldía era sumamente fuerte y diferente que hacerlo por ignorancia. En el caminar cristiano en incontables ocasiones se nos presentará una tentación, tal como Jesús fue tentado, y tendremo...

¡Qué tranquilidad daría saber que no importa lo que enfrentemos en la vida, nos irá bien en lo que hagamos! Saber que todas las cosas y circunstancias conspiran en favor nuestro. Yo no sé ustedes, pero tal pensamiento me brinda tranquilidad y paz. En meditaciones anteriores entendimos que por sí mismo, el sacrificio de Jesucristo es suficiente para vivir en obediencia, por agradecimiento a Él. Sin embargo, la Palabra de Dios está escrita por buenas razones, porque todo lo que dice es verdad. En mi opinión, claramente vale la pena entender que si Dios nos da un corazón obediente a Él (no que nunca peque, pues es imposible), sinceramente deseoso de hacer su voluntad, entonces nos irá bien en todo cuanto hagamos. Aclaremos, esto no necesariamente significa prosperidad material o que todos nuestros deseos egoístas serán cumplidos, pero sí aquellos que están alineados a su voluntad. Además, si le permitimos, Dios se encarga de moldear nuestros anhelos para que se parezcan cada vez más a los...

Meditación Cuando Israel estaba por cruzar el Jordán para llegar a la tierra prometida, en poco tiempo se enfrentaría a ejércitos grandes y fuertes, los mismos que hicieron temblar al pueblo liderado por Moisés cuarenta años atrás. Antes de que iniciara la conquista, Dios le recordó a Josué (quien había quedado a cargo del pueblo tras la muerte de Moisés), que sin importar lo que vivieran, él debía esforzarse y ser valiente para obedecer puntualmente a Dios.  En su Palabra, Dios afirma claramente que necesitamos  ser valientes  para salir adelante en nuestra vida y obtener sus promesas. La valentía es la determinación para enfrentarnos a situaciones arriesgadas o difíciles. Esto implica que podría haber temor, pero no permitimos que nos paralice, sino que lo enfrentamos dando nuestro mayor esfuerzo, con el fin de obedecer a nuestro Dios. Dios le hizo la promesa a Josué de que si se esforzaba y era valiente para obedecer su Palabra, entonces él prosperaría en todo lo que e...

Meditación Una vez que le entregamos nuestra vida a Jesucristo, comenzamos una vida nueva en Él. A partir de ese momento, Dios comienza a transformarnos a su imagen. Sin embargo, no lo hace como si fuéramos robots guiados por un control remoto, sino que nos va guiando a tomar buenas decisiones para que voluntariamente escojamos el buen camino. Una de las consecuencias de escoger la voluntad de Dios (aún en medio de las tentaciones), es que nuestra alma se regocija por estar obedeciendo a nuestro Creador. Somos conscientes de esto, por tanto el gozo y amor que sentimos por nosotros mismos aumenta, y con el tiempo nuestra autoestima también se torna más saludable. Por otro lado, cuando (en rebeldía) decidimos desobedecer a Dios, sentimos una culpa por haber fallado a quien nos hizo y ama, especialmente porque sabíamos hacer lo bueno y no lo hicimos. Tanto es así, que inconcientemente podemos llegar a odiarnos a nosotros mismos y nos podemos convertir en personas inseguras.  Si caímos...